Gregorio de Grañon

Me voy al Camino parcialmente, aprovecho el domingo para ir a Grañon donde Gregorio el ex-gordo de Zaragoza oficia de hospitalero en la cocina del albergue
Conociendo la habilidad gastronómica de Gregorio decido hacer domingo allí, aprovechar para hacer unas risas, andar por las cercanías y comentarle un proyecto sobre el Camino

Me recibe con un abrazo de oso barbudo y tanto afecto como cabe en este corpachón que viene de andar los campos grañoneses

Yo oficio de monaguillo de cocina mientras hablamos y el prepara cual monje medieval un plato de Cuaresma, garbanzos con bacalao
Me ofrece una sopa de pollo con fideos que produce gozo solo con verla, y palitos de cangrejo con salsa agridulce (conoce mi situación dietética actual) y morcilla de Burgos con pimientos rojos, tortilla de champiñones fastuosa .. y aun no cito otras delicias

Me pregunta si me quedo ... porque no se imagina que he venido por eso . Hay pocos lugares donde haya comido tan bien como en este refugio cuando esta el

Llegan a la comida Jose Antonio , el antiguo hospitalero que tiene los dientes peor si cabe, y las hospitaleras de Burgos, la alta y la rumana, que aun llevan la concha que Iago les regalo en Año Nuevo, la vieira japonesa miniatura
Me presenta a Isabel la nueva hospitalera , una dominicana negra sin facciones negroide, y pelo liso , que hoy se incorpora a la labor hospitalaria y que se la ve un poco perdida ante la humanidad de Gregorio que ocupa la cocina y su espacio con la naturalidad de un tamagochi mientras escurre aguas, atiza el fuego , inventa salsas, imagina acompañamientos y sobretodo estira bacalao y provisiones en decadencia para que sobren para todos como en el milagro de los panes y los peces (bueno, casi !) pero al final sobre comida

Me voy a andar los carrasquedos cercanos