Hasta politicos mexicanos en el Camino
Manuel Espino, dirigente nacional del PAN, jamás ha dado motivo a nadie para que piense de él que es brillante.
La peregrinación que hace a Santiago de Compostela en acción de gracias por el triunfo de Felipe Calderón es un acto imprudente e inoportuno que pone en la victoria de Acción Nacional un tinte religioso que ninguna razón tiene de ser.
Hemos de respetar las creencias religiosas, igual que debemos respetar la falta de creencias religiosas. Yo soy creyente (creo sobre todo en lo increíble).
Cuando tenía gloriosos 20 años hice el peregrinaje jacobeo guiado por Walter Starkie, irlandés gitano, violinista, gran andarín y gran aventurero.
Su libro ?El camino de Santiago? me llevó de la mano hasta el Campo de la Estrella.
Dentro de dos años, si Dios quiere, cuando cumpla gloriosísimos 70, me propongo volver en busca de mí mismo. Entraré por el Pórtico de la Gloria y me daré un frentazo en la cabeza del ?santo dos croques?, el maestro Mateo, por ver si pone un poco de caletre en los vacíos aposentos de mi mollera. Pero todo eso lo haré en lo más íntimo de mí.
Diario de Yucatán, Edición electrónica , Manuel Espino y la presidencia PAN